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Hoteles de paso: una mirada a su historia y su relevancia en la actualidad

A pesar de la controversia, los hoteles de paso han demostrado ser una parte integral de la industria hotelera.

 
 
 
 

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16 de julio de 2023 . Redacción Escorts CDMX

En la amplia industria hotelera, los hoteles de paso han tenido un papel intrigante y controvertido a lo largo de la historia. Estos establecimientos, también conocidos como moteles o alojamientos transitorios, han sido populares entre aquellos que buscan una escapada discreta y rápida, ofreciendo habitaciones por horas o períodos cortos de tiempo. Aunque han sido objeto de polémica y estigmatización, es innegable su relevancia en la sociedad actual y su contribución a la economía hotelera.

La historia de los hoteles de paso se remonta a principios del siglo XX en Estados Unidos, donde los primeros establecimientos de este tipo comenzaron a surgir en las principales carreteras. Estos moteles se ubicaban estratégicamente para satisfacer las necesidades de los viajeros que buscaban un lugar cómodo y asequible para descansar durante sus largos viajes por carretera. Con el tiempo, los hoteles de paso se convirtieron en una opción popular para encuentros amorosos clandestinos y relaciones extramatrimoniales, lo que contribuyó a su estigmatización.

En la década de 1950, con el auge de los automóviles y la construcción de carreteras interestatales, los hoteles de paso experimentaron un crecimiento significativo en Estados Unidos. Estos moteles, con habitaciones independientes y estacionamiento directo, se convirtieron en un símbolo de la cultura del automóvil y de la libertad de movimiento que ofrecía. Sin embargo, su asociación con actividades ilícitas y su imagen decadente en algunos casos también afectaron su reputación.

A pesar de la controversia, los hoteles de paso han demostrado ser una parte integral de la industria hotelera, brindando servicios a una amplia gama de clientes. En la actualidad, estos establecimientos han evolucionado para satisfacer las necesidades cambiantes de los viajeros y han mejorado sus instalaciones para ofrecer una experiencia más cómoda y segura. Muchos hoteles de paso han implementado medidas de seguridad, como la instalación de cámaras de vigilancia y sistemas de acceso controlado, para garantizar la privacidad y la tranquilidad de sus huéspedes.

Además de su función original como lugares de descanso para los viajeros, los hoteles de paso también han encontrado un nicho en el sector del turismo romántico. Parejas que buscan momentos íntimos y discretos eligen estos establecimientos para disfrutar de un tiempo a solas. Algunos hoteles de paso ofrecen habitaciones temáticas y servicios especiales para satisfacer esta demanda, lo que ha contribuido a su crecimiento y popularidad.

Aunque los hoteles de paso aún pueden enfrentar prejuicios y estereotipos, su historia y su importancia en la actualidad demuestran su adaptabilidad y su capacidad para satisfacer las necesidades cambiantes de los viajeros. Con el tiempo, estos establecimientos han evolucionado y se han convertido en una opción viable y respetable en la industria hotelera. Los hoteles de paso continúan desempeñando un papel relevante y siguen siendo una elección válida para aquellos que buscan una estancia cómoda y discreta en sus viajes.


La historia de los hoteles de paso en México se remonta a varias décadas atrás, cuando surgieron principalmente en las áreas urbanas para satisfacer la demanda de parejas que buscaban un espacio íntimo y discreto.

En la vibrante Ciudad de México, la emblemática Calzada de Tlalpan se ha consolidado como una reconocida y concurrida zona hotelera gracias a su privilegiada ubicación en una de las arterias más transitadas de la capital. A lo largo de los años, esta icónica avenida ha sido testigo del crecimiento y la proliferación de hoteles que han dejado una huella indeleble en la historia y el paisaje de la zona.

La expansión y desarrollo de estos establecimientos hoteleros en la Calzada de Tlalpan se atribuye, en parte, al papel que esta vía desempeñaba durante muchos años al demarcar los límites de la bulliciosa "Ciudad de México". Desde tiempos remotos, se puede rastrear el origen de los primeros lugares de hospedaje en la ciudad, como aquel que abrió sus puertas en 1523 en la calle de Mesones, ofreciendo no solo alojamiento, sino también alimentos para satisfacer las necesidades de los viajeros. Con el paso del tiempo, esta calle se pobló de establecimientos similares, conformando así una floreciente área dedicada al hospedaje.

A mediados del siglo XIX, la aparición de las posadas representó un cambio significativo en la industria hotelera de la zona. Estos lugares no solo buscaban proporcionar descanso a los viajeros, sino también ofrecerles comodidades y servicios adicionales. No es casualidad que estos establecimientos fueran frecuentados por caballeros de la época para llevar a cabo encuentros románticos, estableciendo una peculiar relación entre el amor y la ciudad en la historia de los hoteles de paso.

Con la expansión constante de la ciudad en todas las direcciones, los hoteles de paso también se extendieron hacia las salidas de la capital, encontrando un hogar en la emblemática Calzada de Tlalpan. En aquella época, los alrededores de la vía presentaban un interesante contraste entre lo rural y lo urbano, con la presencia de fábricas y una pequeña terminal de autobuses que ofrecían rutas hacia destinos como Acapulco o Cuernavaca. Fue en 1935 cuando se erigió el primer motel citadino en esta vía, conocido como El Silencio, según lo relata el cronista Armando Jiménez.

Estos establecimientos de hospedaje no solo cumplían la función de brindar descanso a los viajeros, sino que también se convirtieron en refugios para encuentros nocturnos y actividades amorosas, en respuesta a las restricciones impuestas por la sociedad de la época. La prohibición de ciertos comportamientos en la ciudad, como los besos en la vía pública o los desnudos en las películas, llevó a que los hoteles y moteles se convirtieran en espacios íntimos y discretos, donde los ciudadanos encontraban refugio y placer, escapando del escrutinio público.

A medida que los años han transcurrido, los hoteles de paso en la Calzada de Tlalpan han experimentado cambios y transformaciones, proliferando en la zona y convirtiéndose en una parte integral de su identidad. Actualmente, se estima que existen al menos 35 de estos establecimientos registrados a lo largo de la vía, concentrándose principalmente en la zona central en dirección sur. Sin embargo, algunos de estos hoteles han sido objeto de atención mediática debido a la falta de medidas de seguridad y a los delitos que han ocurrido en su interior, lo cual plantea desafíos y genera preocupación en la comunidad.

A pesar de los desafíos y la percepción de peligro asociada a la zona, la Calzada de Tlalpan sigue siendo un lugar de gran importancia histórica y comercial en la Ciudad de México. Cada una de las colonias que se extienden a lo largo de esta vía posee su propia historia y cuenta con lugares memorables que han resistido el paso del tiempo o se han desvanecido con el progreso. A pesar de las problemáticas actuales, la Calzada de Tlalpan mantiene su estatus como un ícono emblemático y un punto de referencia indiscutible en el vibrante tejido urbano de la Ciudad de México.

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